martes, 24 de diciembre de 2019

CAPITULO 20





La idea de que Clara y Pedro se divirtieran juntos no le agradaba en absoluto, pero no dijo nada. En aquel momento regresó Lorenzo con cara de preocupación.


-¿Qué pasa, papá? -preguntó Nico.


-Ha llamado tu madre. Vuelve a casa.


-Gracias a Dios... -dijo Paula-. ¿Ha dicho por qué?


-No, solo ha dicho que quiere hablar. Eso es bueno, ¿no?


-Muy bueno -respondió Paula, aunque no estaba nada segura.


-Estará aquí mañana por la mañana.


Paula ya no podía soportar la tensión por más tiempo, así que se excusó para poder salir de la casa:
-En fin, voy a recoger el árbol de Navidad.


Pocos segundos después, Nico se unió a ella.


-Son buenas noticias, ¿no te parece?


-Por supuesto.


-En cuanto a Clara...


-No quiero hablar de Clara.


-Sé que no estaba hablando en serio.


-Totalmente no. Pero en parte, sí. Y eso es demasiado.


-Las cosas no le están saliendo tan bien con el diseño como ella pensaba. No conozco los detalles, pero lo sé.


Paula lo miró, sorprendida.


-No lo sabía.


-Solo lo sé yo, porque se encontraba en un estado lamentable cuando hablé con ella hace una semana.


-¿Crees que está tan desesperada como para...?


-¿Acostarse con Pedro para solucionar su problema? No lo creo.


Paula no quería pensar en ello. No quería plantearse la posibilidad de que su propia hermanastra se quisiera acostar con su amante. Se sentía muy celosa y no le gustaba en absoluto.


-¿Puedes ayudarme con el árbol?


-Claro. Si querías que te ayudara, solo tenías que pedírmelo. Los gemelos nunca están cerca cuando se los necesita.


-Y siempre lo están cuando no se los necesita.


Ya les faltaba poco para llegar a la puerta de la casa cuando Nico dejó el árbol en el suelo, se volvió hacia su hermana y declaró:
-No le he contado a Clara todo lo que sé sobre Alfonso.


-¿Y de dónde has sacado la información?


-Está en los periódicos, Paula. ¿Quieres saberlo?


Ella se encogió de hombros.


-Bueno, si no te interesa...


-¡Claro que me interesa! -exclamó, rindiéndose por fin.


-Al parecer, se casó con una mujer que había conocido en la infancia. Pero murió hace cinco años, el día de Navidad.


Paula cerró los ojos. Ahora comprendía por qué odiaba tanto las navidades.


-Y eso no es todo -continuó él-. Estaba embarazada.


-¿Cómo?


-Hubo un accidente en una calle. Una moto salió despedida hacia la acera en el preciso momento en que pasaban Pedro y ella, cogidos de la mano. A él no le hizo nada, pero a ella la arrolló. Vio cómo moría, delante de sus ojos.


Paula estaba horrorizada. Era tan terrible que se quedó sin respiración.


-Murió instantáneamente -continuo él-, pero a pesar de eso, él intentó reanimarla. Cuando llegó la ambulancia, cinco enfermeros tuvieron que alejarlo del cadáver porque se resistía con todas sus fuerzas. Tuvo el peor día de su vida en plena Navidad. Da qué pensar, ¿no te parece?


-¿Qué quieres decir?


-Nada. Solo que a un hombre como él hay que tratarlo con cuidado.


-Tal vez deberías decírselo a Clara.


-No. Clara cree que es más irresistible de lo que realmente es.


-Eso solo lo dices porque eres su hermano mayor.


Paula volvió a sentirse muy celosa. Pensara lo que pensara Nico, Pedro no era hermano de Clara.




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