martes, 24 de diciembre de 2019

CAPITULO 28





-A VER si lo entiendo. Te ha dicho que te ama, ¿y tú te has marchado corriendo porque también lo amas? ¿Lo he entendido bien? -preguntó Clara.


A Paula no le hizo gracia que su hermana se burlara de ella. Esperaba un poco de solidaridad.


-Está mintiendo -dijo.


-¿Cómo sabes que está mintiendo? Puede que hayas cometido un grave error.


Paula se quitó la toalla que tenía sobre los hombros y avanzó hacia el cuarto de baño para quitarse la mascarilla que se había puesto y que para entonces ya estaba dura como el cemento.


-No deberías quitártela todavía. Si la dejas tan poco tiempo, no te hará efecto. Pero ¿qué me dices de Pedro?


-¿Qué quieres que te diga de él? No debí contarte nada.


-Considera la posibilidad de que estuviera diciendo la verdad.


-Ya te he dicho que mintió. Lo dijo porque pensaba que estaba embarazada.


-Ya, y cuando le contaste que ibas a ser hermana en lugar de madre, te dijo que te quería. Pues no me parece que ese fuera el comportamiento normal de una persona que estuviera mintiendo. Vamos, Paula, ¿estás ciega? Si realmente solo le importara el bebé, al saber que no estabas embarazada se habría marchado.


-Pedro tiene mucho estilo. Y no me mires de ese modo. Cuando le dije que no iba a ser madre, se quedó devastado. Solo intentó animarme, nada más. Si estuviera enamorado de mí, me lo habría dicho antes.


-Tal vez no lo haya sabido hasta ahora.


-Te había tomado por una persona realista.


-Mira, Paula, en este caso estoy haciendo de abogado del diablo porque si sigues con él me moriré de envidia, y si no sigues, es posible que me sienta tentada a... Bueno, supongo que no se podría decir que fuera un segundo plato si realmente no te ama.


-Qué lista eres -se burló-. ¿Y qué hay de la pelirroja?


-Es su hermana, ya te lo he dicho. Confiésalo. La idea de que yo pueda acostarme con tu hombre, te disgusta.


-No estoy de humor para juegos, Clara. Estoy enamorada de él, no es ningún secreto.


-Esto no es nada normal en ti, Paula.


-¿De qué estás hablando?


-De que estás muy nerviosa. Es obvio que no estás segura de que no te ame. Se sincera. Deberías hacer algo para salir de dudas.


-¿Y qué propones que haga?


-Podrías ir a la vieja mansión y preguntárselo.


-¿Qué? -preguntó, dejando el cepillo con el que se estaba peinando.


-Está en la mansión, esperando.


-¡Esto ha sido un montaje! Maldita sea, ¿cuánto le ha costado? -preguntó, ofendida-. Oh, no quería decir eso, Clara, perdóname. Es que estoy muy alterada. Y dices que está en la vieja mansión...


-Sí. Te está esperando.




No hay comentarios:

Publicar un comentario